Espejismo
Señor Director,
La reciente elección de la diputada Karol Cariola del Partido Comunista a la presidencia de la Cámara de Diputados destapa más que celebra. El oficialismo, tras agónicas negociaciones dirigidas por el Ministro Álvaro Elizalde, logró reunir 76 votos. Aunque suficientes para un margen estrecho de victoria, están lejos de los 78 votos necesarios para formar una mayoría que apruebe las reformas legislativas del gobierno.
Esta victoria, obtenida a costa de entregar una vicepresidencia al PDG Gaspar Rivas, no es más que un espejismo. El esfuerzo para alcanzar estos 76 votos muestra una cruda realidad: el oficialismo carece de la fuerza para impulsar su agenda y cada pequeña victoria futura requerirá un esfuerzo igualmente hercúleo.
Lo observado no sugiere un camino despejado, sino una senda llena de obstáculos, donde cada avance se logra con lucha desproporcionada y poco sostenible. La estabilidad del liderazgo oficialista en la Cámara sigue siendo una interrogante abierta. La política de agotamiento no es viable para un gobierno que necesita consolidar su poder y efectuar cambios legislativos significativos. Es ilusorio pensar que el gobierno pueda depender de imprevistos como el retraso de un avión para asegurar victorias. El oficialismo debe reconocer que tales coyunturas son excepcionales.
Más que celebrar, deben preocuparse, pues su victoria también es un recordatorio de su debilidad en la Cámara.
Carta publicada en La Segunda