El Valparaíso que deja el alcalde Jorge Sharp

El Valparaíso que deja el alcalde Jorge Sharp

Que transformó el municipio en un laboratorio para experimentar su proyecto país, dicen quienes conocen por dentro el trabajo del joven idealista que irrumpió con abrumador triunfo en las municipales de 2016. Hoy los porteños le pasan la cuenta por una herencia que califican de “nefasta” en sus dos períodos en la alcaldía. Le reconocen, eso sí, la implementación de servicios populares de salud, que podría haber sido un éxito de no ser por la millonaria deuda de la Corporación Municipal. Lilian Olivares y Fabián Espinoza

Según encuestas de Fundación P!ensa, si en 2017 Sharp tenía un 49% de valoración positiva, el año pasado bajó a un 21%.

“Valparaíso impecable hoy”. El mensaje del alcalde Jorge Sharp, vía Instagram, les pareció una ironía a algunos porteños. Dos factores pueden respaldar esa frase que posteó el jefe comunal el miércoles. Uno de ellos es que en la imagen aparece un ángulo del monumento a Arturo Prat, que mantiene y resguarda la Armada. El otro, que está en primerísimo plano, es él, en el Día de las Glorias Navales: Jorge Sharp con corbata a franjas horizontales gris con azul, camisa celeste y traje azul. Con pinta de postulante… a un puesto superior.

Ahora que ya anunció que no irá a la reelección, después de dos períodos de gestión municipal, es tiempo de balances.

Incivilidades

Que la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, se está cayendo a pedazos en el plan, sin que se restauren monumentos ni edificios que antes fueron símbolo del centro financiero del Pacífico Sur; salvo excepciones, como la Bolsa de Comercio, que restaura la U. Técnica Federico Santa María.

Que Sharp se ha peleado con “todos”, desde Pacto Urbano La Matriz, que lo llevó a primarias pensando que se saldría de las visiones partidistas y se centraría en levantar la ciudad; hasta el Presidente Gabriel Boric —amigos desde que fundaron el Movimiento Autonomista que luego se convirtió en Convergencia Social—, quien lo apoyó decididamente en 2016.

Que bloqueó por años a los inversionistas. Que convirtió a Valparaíso en un bazar caminante, con un Congreso desde cuyas rejas los comerciantes ambulantes cuelgan ropa como si fuera un walking closet. Que el plan Valparaíso está sucio, inseguro y que ha provocado un éxodo de empresas, estudios jurídicos y residentes.

Son todos comentarios que se escuchan entre quienes viven, trabajan o conocen de cerca la comuna de Valparaíso.

Un abogado se ha dedicado a demandar a Sharp porque, a su juicio, no pone atajo a las incivilidades en la comuna —con rayados y pinturas murales, perros abandonados que asustan a los turistas, improvisados artistas callejeros, ruidos molestos en las calles, carpas, delincuencia e insalubridad—, sino que las acepta o las alimenta. Es Rodrigo Díaz Yubero.

“Él ha acrecentado la distancia entre el ser y el deber ser. Y lo ha hecho, a mi juicio, a partir de situar mal las prioridades”, dice. Piensa que eso le ocurre por tener un enfoque desde una mirada ideológica, bien intencionada probablemente. No dudo de que haya querido y quiera desde Valparaíso cambiar el mundo y transformarlo en uno más justo”.

En 2018, el abogado presentó un recurso por la instalación del comercio ambulante a las puertas del mercado Cardonal, que provocaba un foco de delincuencia, insanidad y competencia desleal. La Corte de Apelaciones resolvió a su favor al año siguiente. Dice que ha estado en los últimos cinco años dando la pelea para que ese fallo se cumpla.

Y otro tanto ha pasado con los recursos que interpuso por vandalismo en la plaza Aníbal Pinto, y por el impacto del comercio ilegal en la avenida Pedro Montt. Atribuye al municipio no haber estado llano a cumplir los fallos. “Y se sigue traficando droga en la plaza Aníbal Pinto, a las afueras del edificio de la Cooperativa Vitalicia”, afirma.

Recuerda que Sharp dictó una ordenanza de participación ciudadana en el primer proceso constituyente: “Reclamé ante la Suprema porque consideré que estaba distrayendo el trabajo de los funcionarios y el presupuesto municipal. Me dio la razón, aunque tardíamente, declarando que esa ordenanza era palmariamente ilegal”.

Comercio e inseguridad

Valparaíso está viviendo una crisis económica y de seguridad desde hace ya varios meses, dice Javier Torrejón, presidente de la Cámara Regional de Comercio. “Vemos cómo algunos locales comerciales han cerrado sus puertas y, al mismo tiempo, empresas han decidido trasladar sus oficinas hacia otros puntos. Un claro ejemplo de esto es Agunsa (agencia naviera) y Esval, que ahora opera desde Viña del Mar; además de locales tradicionales de la ciudad puerto, como una de las sucursales del restaurante J. Cruz, que bajó sus cortinas”, comenta.

También se traslada la agencia de Aduanas Santibáñez, con más de 130 años en el puerto; y cerró su oficina el estudio jurídico Magasich, así como se mudó Claudia, el local más conocido de lanas.

Torrejón habla de una explosiva alza de hechos delictuales que afectan al comercio. “A nivel nacional, Valparaíso y Viña del Mar son el segundo territorio del país con alto porcentaje de victimización por parte del comercio, según un estudio de la Cámara Nacional de Comercio”, sostiene. El comercio ambulante ilegal se ha transformado en una parte importante del problema, dice, aumentando la percepción de inseguridad.

El dirigente vecinal del cerro San Juan de Dios Boris Kúleba, diseñador gráfico que hoy es precandidato por el PS a suceder a Sharp, asevera: “Él no está cumpliendo con su rol en materia de seguridad, dado que es la municipalidad la que debiera redactar y coordinar el plan comunal de seguridad pública. Y tiene un rol incuestionable que tampoco cumple, que es la prevención, preocupándose de la luminaria, del comercio ambulante, de la mantención de los espacios públicos, que tampoco hace”.

Kúleba dice que entre el último período del exalcalde Jorge Castro y el primero de Sharp, aumentó la cantidad de permisos para ejercer comercio ambulante de 21 a 473.

“Dos programas buenos”

El alcalde Sharp fue suspendido por el Tricel durante 30 días por abandono de deberes, el 14 de noviembre. Es que en dos liceos técnicos se realizaron entre 2017 y 2019 actividades ajenas a la enseñanza técnica, como reventa de ropa adquirida en el comercio, venta de comidas, provisión de equipos de música e iluminación para eventos, y comercialización de alimentos comprados a empresas privadas.

Ante ello, el equipo de Sharp organizó un acto de apoyo en la plaza Victoria, donde había un sindicato de ambulantes de calle Condell. “Tiempo después autorizó un nuevo espacio para comerciantes ambulantes en calle Condell”, asegura Kúleba.

Considera que hay dos programas buenos que se han implementado en la gestión del alcalde, pero que han sido mal administrados y que se refleja en el aumento de la deuda de la corporación municipal: los servicios populares de farmacias, una óptica y el laboratorio popular; y las Oficinas Municipales de Zona (OMZ), que permiten que desde los cerros las personas no tengan que bajar al plan para trámites municipales.

“Eso en buenas manos sería una excelente oportunidad. Lamentablemente se está ocupando para clientelismo político, para un cierto control territorial”, asevera Kúleba.

Expectativas incumplidas

El exedil DC Aldo Cornejo (2004-2008) dice que es primera vez desde 1990 que un alcalde del municipio usa el cargo como plataforma política, para crear un movimiento político, y como plataforma personal. “No olvidemos que hace un tiempo él pretendía ser candidato presidencial. Ahora ha dicho que quiere ser senador”, señala.

Recuerda que cuando asumió Sharp, se generó una expectativa de que habría una gestión comunal muy inclusiva; “sin embargo, con el transcurso del tiempo, su gestión, incluso para quienes fueron sus promotores, terminó siendo absolutamente excluyente”.

Así lo siente uno de los líderes del Pacto Urbano La Matriz, el arquitecto Daniel Morales, quien renunció al concejo municipal a mediados del segundo período de Sharp: “Prácticamente no hay proyectos nuevos; ninguno que se vaya a inaugurar, pero tampoco que se vaya a terminar. Nada tampoco que pueda indicar que los porteños mejoraron su calidad de vida, que era un gran propósito que teníamos en La Matriz”.

Está decepcionado. “Pecamos de inocentes al creer que podíamos armar equipo con la administración para generar proyectos beneficiosos para la ciudad. Pero la lógica de Sharp siempre fue a nivel nacional. Acá simplemente había que estar 100% alineado con los objetivos que planteaba la administración; si no, eras enemigo político”.

En esa línea, Aldo Cornejo cree que Sharp se ha caracterizado por tratar de gestionar la ciudad ideológicamente, tratando de acomodarla a una visión de país. También califica como “muy nefasta” su gestión dentro de la municipalidad.

Finanzas y el Acuerdo Puerto

El alcalde Sharp presentó en entrevista con CNN como uno de los logros de su gestión el haber “recibido la municipalidad en quiebra en 2017, con un déficit de más de $18 mil millones, y hoy no existe déficit, todo lo contrario, tenemos un superávit”.

Para el director de la Fundación P!ensa, Juan Pablo Rodríguez, esa es “una trampa discursiva, porque no consideró la deuda millonaria que tiene en la Corporación Municipal. Intelectualmente es tramposo; es cambiar de bolsillo la deuda”.

Jaime Varas Canessa, administrador municipal en el período del alcalde UDI Jorge Castro (2008-2016), dice que “hay que distinguir lo que se refiere a la deuda propia de la municipalidad y la de la Corporación, que administra salud, colegios hasta 2021 y cementerio”.

Aldo Cornejo, antecesor de Castro, responde que “Sharp les ha echado siempre la culpa a las administraciones pasadas, pero la Corporación Municipal debe hoy sobre $180 mil millones. Cómo se llega a esa cifra, no hay ninguna transparencia”.

Requerida una precisión de la deuda exacta actual a la Corporación Municipal, responde: “Los pasivos del año 2023 corresponden en su totalidad y consolidados a un monto de M$187.214.193. Es importante destacar que, comparado el comportamiento de los pasivos del año anterior, todos disminuyen con excepción de las provisiones, las cuales representan un 70% de la deuda total de la institución, y que corresponden a multas, reajustes e intereses, por deudas históricas generadas en los más de 40 años de la institución”.

Agregan: “Para enfrentar este despilfarro de recursos, la actual administración ha generado convenios de pago, que permitirán liquidar importantes deudas de las provisiones, como la ‘deuda previsional’ en el año 2026, y con ello, serán extinguidas las multas, reajustes e intereses”.

Varas Canessa considera que Sharp cometió el error de tomar medidas que impidieron la inversión en la ciudad, fundamentalmente en el área inmobiliaria. Añade que se agudizó durante su gestión el problema de aseo y ornato y que, en su momento, fue crítico y excesivamente drástico poniendo freno al desarrollo portuario de Valparaíso.

Ahora, comenta, Sharp se está dando cuenta de que la alianza con la actividad portuaria es importante. Se refiere al Acuerdo Portuario por Valparaíso, suscrito el 23 de octubre por la Empresa Portuaria de Valparaíso, el Gobierno Regional y el municipio.

Hace unos días, Sharp habló de lo bueno de su gestión mencionando el acuerdo para construir un muelle de crucero “y el puerto va a pagar una renta a la ciudad por todo el movimiento de carga que tiene”.

Según Cornejo, “ese convenio es una declaración de intenciones. Desconozco cuál fue el propósito para suscribirlo, pero en ningún caso asegura recursos para la ciudad”.

El director de la Fundación P!ensa le reconoce valor al proyecto: “Dicho eso, lo veo solamente en el papel y en ninguna materialización concreta. Espero que funcione. Valparaíso necesita que se desate el nudo de la expansión portuaria y que se desarrolle bien con la ciudad”.

El alcalde y sus obras

Sharp tiene fe en el Acuerdo Puerto que firmó, que, dice, va a permitir una inversión de US$ 650 millones en la ciudad.

Hay otro aspecto que destaca de su gestión: la creación de una red de salud municipal, con más de 130 mil afiliados, de farmacias, ópticas, laboratorios e imagenología.

También menciona alianzas público-privadas para recuperar edificios patrimoniales, como el edificio La Nave en calle Serrano, donde hoy está el Juzgado de Policía Local; el edificio Utópica, donde se encuentra la Dirección de Género, Mujeres y Diversidades, y el Teatro Rivoli.

En este último presentó a quien espera sea su continuadora en la gestión, la actual directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio, Carla Meyer.

Cómo huele la comuna

Las encuestas de la Fundación P!ensa, no obstante, no son alentadoras para la imagen de Sharp. Juan Pablo Rodríguez afirma que según la medición Opinión Política, en 2017 el alcalde tenía 49% de valoración positiva y el año pasado bajó a 21%. En la de Calidad de Vida, solo 9% le pone nota positiva en limpieza, 4% en rayados de espacios públicos y 4% considera que lo ha hecho bien en el combate al comercio ilegal.

Otro estudio de la fundación, de diciembre de 2022, indica que, de 2.195 locales comerciales, 13% se encontraba en situación de vacancia comercial, con recintos cerrados. Rodríguez estima que el panorama no ha cambiado.

Sobre las palabras del alcalde cuando le señaló a una periodista “yo le podría decir que Valparaíso no huele a pichí”, Rodríguez reflexiona: “Su vara es muy baja y habla de su capacidad de gestión. Y, por otro lado, muy lamentablemente para quienes hacemos nuestra vida acá, no es verdad”.

A Jorge Sharp ya no lo ven como el carismático joven que, guitarra en mano, ganó ampliamente la alcaldía en 2016, sino como alguien que dedicó más tiempo a armar su movimiento Transformar que a gestionar la ciudad.

 


Noticia publicada en El Mercurio