En una entrevista realizada por El Mercurio de Valparaíso al investigador de Fundación P!ensa, Ignacio Aravena, a raíz de los incendios en la Región de Valparaíso, el experto aborda qué cambios deben realizarse en la forma de prevenir y asistir tragedias para evitar que estas alcancen lamentables magnitudes.
“Cambios estructurales en la forma de abordar la prevención y reacción ante incendios son los que se requieren para que tragedias como la vivida el viernes y sábado pasado no se repitan. Es lo que plantea el ingeniero en construcción de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso e investigador de la Fundación Piensa Ignacio Aravena, Ms. New York University y Ph.D. (c) London School of Economics.
En cuanto a los factores a tener en cuenta para la reconstrucción, Aravena indica que “hay dos grandes dimensiones a considerar: la privada, asociada a la construcción de viviendas; y la pública, que comprende todas las obras de infraestructura y servicios que perdimos, como centros de salud, colegios y caminos, entre otros. A ello se suma que los patrones de exposición al riesgo de incendios no variarán. Esto implica que debemos buscar alternativas para mitigar los impactos de estos eventos, pues es imposible que no ocurran en la zona. Algunas soluciones deben incluir la instalación de muros cortafuegos, la revisión del trazado de las calles y la mejora de las redes de evacuación y acceso para los bomberos.
– De esos factores, ¿cuáles son los más urgentes?
– Lo más urgente es que tenemos más de 15 mil viviendas quemadas, lo que representa casi un 10% del total de viviendas en Viña del Mar. Necesitamos construir rápidamente casas para dar cobijo a nuestros coterráneos. Por otro lado, la historia nos ha demostrado que estos eventos tienden a ocurrir en las mismas zonas y con una frecuencia no despreciable, lo que significa que la reconstrucción debe ir acompañada de un plan de urbanización y protección ante riesgos. Las obras civiles de mitigación, la planificación urbana de los cerros y la erradicación de campamentos -que son las construcciones más ignífugas- son elementos clave a considerar si queremos evitar una nueva pérdida de un porcentaje significativo del parque habitacional en la comuna.
– ¿Qué aspectos fallaron en la prevención y qué se debe hacer para que no vuelva a ocurrir?
– Es crucial considerar que debemos cambiar de paradigma. Aunque la magnitud de este incendio sea mayor que en experiencias previas, no es el primer evento masivo que enfrentamos. Si solo reaccionamos a estos eventos sin implementar cambios estructurales, no habrá mejora alguna y todo dependerá de la suerte. Entre los elementos clave a considerar están dos pilares preventivos indispensables: la gobernanza y la regulación.
En primer lugar, es fundamental establecer protocolos claros para la evacuación y la actuación de Bomberos, evitando situaciones como camiones circulando en sentido contrario debido a la congestión durante la evacuación. Un claro ejemplo de lo anterior fue la evacuación, donde se notó la falta de coordinación entre las autoridades que no guiaron la evacuación post envío de alarma”.
CADENA DE MANDO
“Asimismo, debe clarificarse la cadena de mando; la falta de claridad en los roles de alcaldes, gobernadores, delegados presidenciales y Fuerzas Armadas deja margen para la improvisación en momentos críticos, lo cual debe minimizarse. No es el momento de buscar culpables, pero nunca hubo claridad de quién era el encargado de la vocería oficial, cuyo costo de la improvisación se vio claramente en lo tardío del llamado a actuar; ello incluyó convocar al Cogrid cuando el incendio ya se había expandido y cobrado una cantidad relevante de vidas”, advierte el experto.
De igual manera, Aravena subraya que “en segundo lugar, la regulación debe adaptarse a la realidad de los cerros. En este punto comparto la opinión del académico UVM, Marcelo Ruiz, de que es necesario definir un cordón de seguridad alrededor de la acción de los bomberos. Además, las medidas de mitigación contra incendios deben ser obligatorias al obtener un permiso de edificación. Y es que, al igual que los requerimientos estructurales en las cajas de escaleras de los edificios, también necesitamos incluir elementos retardadores de fuego y búferes que protejan a los habitantes durante la evacuación de cada zona”.
– Autoridades y bomberos confirmaron que hubo focos intencionales. ¿Cómo se debe abordar ese fenómeno?
– Primero que todo, es imprescindible eliminar el populismo legislativo. Independientemente de la intencionalidad detrás de los incendios, los problemas complejos no se resuelven con soluciones simplistas que pueden generar consecuencias no deseadas. Un ejemplo claro es el proyecto de ley que busca prohibir los cambios de uso de suelo y la aprobación de permisos de construcción en zonas afectadas por incendios. Además de que ello no ha tenido el efecto esperado en otras latitudes (como la Ley Montes en España), esto también restringe las posibilidades de relocalización de familias que hoy viven en zonas de riesgo, pues no se podría ampliar el radio urbano ni radicar campamentos a través de proyectos de viviendas sociales, los cuales requieren de un Permiso de Obra Nueva. Es crucial recordar que el suelo urbano disponible es uno de los recursos más limitados en nuestra ciudad
Además, aunque la intencionalidad de los incendios no puede prevenirse completamente, sí es posible mitigar sus impactos y responder de manera más eficaz mediante la creación de infraestructura adecuada. Para ello es esencial contar con un comité de expertos que diseñe estrategias proactivas, abarcando regulación urbana, inversión en infraestructura, gobernanza y colaboración comunitaria, entre otros aspectos. No es necesario buscar soluciones en el extranjero. Tenemos destacados ejemplos locales, como el que realiza el Centro de Gestión Integrada Regional en la Región Metropolitana, que incluye variables para prevenir y mitigar los impactos de estos eventos a través de la acción coordinada y políticas claras”.