A raíz de la catástrofe ocurrida el 1 y 2 de febrero en Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache, el investigador Ignacio Aravena, asociado a la Fundación Piensa, y candidato a doctor en London School of Economics realizó una indagación sobre los impactos de la emergencia y los problemas que enfrenta el trabajo de reconstrucción. En entrevista con El Mercurio de Valparaíso plantea que “el proceso no demorará menos de cinco años, pese a las expectativas más optimistas del Gobierno que cifra en dos años el periodo necesario para levantar otra vez los barrios destruidos por las llamas
– ¿Se logrará conocer a los responsables del incendio?
– Eso es bastante difícil si pensamos un poco en la historia de los incendios que hemos tenido en la zona. Yo sé que hay algunas hipótesis, se habla por ejemplo de la intencionalidad que puede circundar en torno a agentes inmobiliarias, pero la evidencia de los incendios anteriores es que nunca hemos encontrado un culpable, nunca se ha podido asociar a nada grupal.
– ¿Se hubiera podido contener el incendio en su inicio con otras medidas preventivas?
– Contener es una palabra compleja de utilizar en este contexto, pero por lo menos se hubiera podido mitigar mucho más. Sabemos algunas cosas que sí van a catapultar los incendios, como el famoso 30-30-30, que son más de 30 grados, más de 30 nudos por hora de viento y menos del 30% de humedad. Entonces, en base a eso, sabemos que en verano cuando hay incendios estos se propagan muy rápido. Por lo tanto, si nosotros tuviésemos un plan de emergencia, un estándar de urbanización distinta y ciertas medidas para poder contener un poco el fuego, probablemente, se podría mitigar. Es bastante difícil pensar que los incendios van a dejar de ocurrir, pero sí podemos esperar que no se propaguen con la misma velocidad.
– ¿Hubiera hecho una diferencia sustancial tener un plan de evacuación y emergencia en Viña del Mar?
– Sí. Ahora, habría que haber visto cómo hubiera sido el plan, porque también requiere que haya simulacros, que estemos preparados. Haciendo un poco el contrapunto de que en los colegios en los años 90 con la “Operación Deyse” y los simulacros de terremotos. Si nosotros no practicamos y no tenemos simulacros, lo escrito en el papel tampoco va a generar la diferencia.
RECONSTRUCCIÓN
– ¿Cuánto tiempo demorará la reconstrucción de la zona urbana?
– Yo no creo que vaya a tomar el año y medio o los dos años que el Presidente Boric mencionó. Empíricamente, lo que hemos visto en la región es que la reconstrucción por incendios toma por lo menos entre tres y cinco años, porque son muchas las dimensiones que se deben abordar. De hecho, hay muchas cosas que todavía no tenemos claro, porque si uno ve el último catastro conocido es de aproximadamente dos semanas y no se tiene claridad de cuántas viviendas fueron afectadas. No es lo mismo tener que intervenir en un barrio construido que en un campamento.
– ¿Cuánto estima que costará la reconstrucción?
– Es difícil tener una cifra si no tenemos un catastro real de lo que estamos hablando, porque acá no solo es reconstruir casas, sino que también hay que pensar dos cosas. Primero, en la urbanización: caminos, infraestructuras, equipamientos. Pero además de eso, hay que pensar si es que vamos a construir todo tal cual está o si va a haber cambios, como por ejemplo muros cortafuegos, o si las calles se van a ensanchar, si se van a colocar torres de agua o una serie de medidas de mitigación que podrían implementar y eso va a cambiar el costo. Por lo tanto, una de las cosas que urge tener con claridad es un catastro y un plan a largo plazo.
– ¿Cómo evalúa el actuar del Gobierno y los municipios?
– Me sorprende mucho que, a pesar de que esto haya sido en las vacaciones, haya autoridades que no interrumpieron sus vacaciones siendo uno de los incendios más grandes que hemos vivido. También otra cosa sobre esta administración en general, tanto a nivel comunal y nacional, es que hay muchas declaraciones y críticas, pero no hemos visto ningún plan claro. (.) Es bastante difícil pensar que no nos vaya a azotar otro incendio de la misma manera y la única pregunta sería cuándo vamos a volver a sufrir con esto. Hay muchas cosas que los municipios no pueden hacer y que recaen en los gobiernos regionales y en los nacionales. Sin embargo, hay que destacar que la alcaldesa Ripamonti ha ido a terreno y mantuvo contacto con la gente, pero volvemos a lo mismo y es que se nota la ausencia de un plan de emergencia, de reconstrucción, de recursos, porque no es lo mismo trabajar en El Olivar que en Achupallas o Peñuelas.
– ¿Qué opina sobre el sector que insiste en el artículo respecto al uso de suelo?
– Es solo populismo legislativo. Si uno mira en un periodo superior a 10 años, en la región no hubo cambios de uso de suelo después de incendios.
Acá se está creando un enemigo imaginario que son las inmobiliarias que se cree que después en un suelo siniestrado van a poner proyectos inmobiliarios en esas zonas, pero la realidad nos habla que no se cambian los usos del suelo que está quemado, porque es distinto y es más caro desarrollar.
(…) Es bastante irrisorio pensar que alguien va a querer quemar algo para demoler, reponer el suelo y construir”.
Noticia publicada en El Mercurio de Valparaíso