En el último encuentro hubo confrontación y propuestas, saliendo mejor parado los que marcan más en los sondeos.
La noche de ayer se desarrolló el cuarto y último debate presidencial, donde los ocho aspirantes a La Moneda se enfrentaron en la recta final de la campaña. Para varios era el momento de jugarse las últimas cartas de cara al domingo.
Por eso, el tono del encuentro organizado por Anatel contó con una mixtura de propuestas y confrontación. El debate Archi, de la semana pasada, ya había dado algunas señales de que los abanderados habían dejado de hablarles únicamente a sus nichos para apostar por captar el voto del indeciso.
Se trata de una estrategia esperable en un contexto de voto obligatorio, sumado a que la veda de las encuestas, que prohíbe publicar resultados de los sondeos 15 días antes de los comicios: Aunque la opinión pública no conoce los movimientos, las empresas de medición sí pueden informar a los comandos, de manera interna, cuál es el escenario. Lo cierto es que era momento de apostar, y cada uno lo hizo en su estilo. Hubo promesas de terminar con el “narcoterrorismo en el sur”; se habló de derechos humanos, seguridad, aborto y AFPs, entre otros temas de contingencia, como el alza de las cuentas de la electricidad.
¿Quién ganó el último debate a solo 6 días de la elección? En conversación con Emol, expertos ponderan la performance de los candidatos en este debate “clave” ad portas de la elección.
¿Quién ganó el debate?
Marco Moreno, analista político de la U. Central, comentó esta mañana que es complejo hablar de un “ganador o perdedor” del debate, pero que sí se pueden analizar algunos elementos clave.
Por ejemplo, al revisar la narrativa de cierre de su participación, control del conflicto y comunicación no verbal, “fueron más sólidos fueron José Antonio Kast, Marco Enríquez-Ominami de alguna manera”, dijo a Radio Universo.
Consultado por la performance de Johannes Kaiser, el analista comentó que “él es efectivo para su nicho”, al igual que Jeannette Jara, “quien también le habló a su nicho”. Ambos, según Moreno, “tienen la dificultad de que no logran expandir los límites que tienen”.
En tanto, según el experto, los más débiles en este debate fueron Harold Mayne-Nicholls y Franco Parisi, “por desconexión televisiva el primero, y bajo control del conflicto, el segundo. Me parece que Parisi no estaba en su mejor momento en esta oportunidad”. Asimismo, respecto a Evelyn Matthei, también ponderó que “su control del conflicto fue débil”.
Para Pepe Auth, analista electoral, quienes lograron consolidar su posición en segunda vuelta fueron Jeannette Jara y José Antonio Kast, mientras que Jara “consolidó además su primer lugar en primera vuelta”.
Juego correcto
En tanto, Eric Latorre, director del Magíster de Gobierno y Dirección Pública de la U. Autónoma, planteó que cada candidato hizo “un juego correcto”, sin arriesgar mucho ni cometer errores.
En esa línea, detalla que “Kaiser mantuvo su línea dura diferenciándose de Kast; por su parte, Kast fue el que menos arriesgó con un discurso conocido y algo plano pero apuntando directamente a Jara y al Gobierno, donde parece apostar a mantener la ventaja que ya tendría, jugando para una segunda vuelta”.
“En tanto, Matthei hizo un buen debate (probablemente el mejor que ha tenido) enfatizando en sus equipos, sus propuestas, sin perderse en disputas accesorias con Kast (que la hacían ver como víctima), sin embargo parece una arremetida un poco tardía. Y Jara hizo un debate para la segunda vuelta, buscando la mayor cantidad de votos en indecisos y hacia el centro, desmarcándose del gobierno que son votos que tiene asegurados”.
Para Guillermo Bustamante, académico de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, tampoco hubo un ganador claro. ” Fue un debate diferente, en el que los candidatos arriesgaron más de lo acostumbrado. Se emplazaron mucho más, entre ellos, y también al Gobierno”, comenta.
“En esta línea, destacó la perfomance de Evelyn Matthei, quien fue clara al diferenciarse por ejemplo de José Antonio Kast. Algo similar a lo que realizó Jeanette Jara, quien se desligó del actual Gobierno y lo emplazó a cumplir con los compromisos y desmarcándose del estilo presidencial”, sostuvo.
El experto dice además que “llamó la atención lo estructurado y apegado al libreto de José Antonio Kast, quien arriesgó muy poco y se mantuvo en todo momento muy tranquilo y sin responder las preguntas, por ejemplo, entorno a los vidrios blindados utilizados en una actividad al aire libre en Viña del Mar”.
“Lo más inesperado del debate, sin duda alguna, fue la rosa que le entregó Johannes Kaiser a Evelyn Matthei por su cumpleaños. Sin embargo, esto no fue lo único que llamó la atención del candidato del Partido Nacional Libertario, quien se mostró muy calmado, no esquivó ninguna pregunta y tuvo propuestas para todos los temas abordados”, planteó.
Con todo, acotó que “el claro perdedor de la jornada fue el candidato Artes que no logró conectar con las preguntas y no respondió adecuadamente”.
“Salieron más favoritos”
Por su parte, Juan Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Fundación Piensa, comenta que “los ganadores fueron Jara y Kast que llegaron como favoritos y salieron más favoritos. A seis días de la elección, ambos tuvieron su mejor debate. Se ciñeron a sus libretos estratégicos, evitaron errores no forzados y consolidaron su favoritismo, lo que puede ser definitivo de cara al domingo”.
El analista detalla que “Jara estuvo rápida, coherente y con un cierto porte que no había mostrado antes. Habló directo a su base y tomó distancia inteligente del gobierno en temas indefendibles: Monsalve, reconstrucción, toma de San Antonio y saludo de Boric a Milei. Se mostró cercana a su electorado, pero alejada de los costos del gobierno”.
Respecto a Kast, sostiene que “fue el con mayor claridad estratégica: antagonizó con el gobierno en cada momento que pudo (‘gobierno fracasado’), evitó confrontaciones con candidatos opositores y se mostró templado, con estatura presidencial. Mejoró en manejo en aspectos de detalle ––como en el presupuesto de salud–– y esquivó las trampas que buscaban sacarlo de su narrativa de ‘gobierno de emergencia’. Si bien le faltó energía en algunos momentos, resistió siendo el blanco principal”.
Por otra parte, subraya que “volvió la Matthei que conocíamos, con buen manejo técnico y más energía: más natural ––liviana pero dura––, con tono coloquial. Creo que erró en el golpe directo a Kast por el vidrio blindado, pues esos golpes personales suelen ser castigados. Si bien su performance fue buena, creo que no tiene la claridad estratégica de los favoritos y eso pasa la cuenta”.
Por último, resaltó que “Kaiser, aunque es el más diestro en la retórica de debate, su insistencia en el 73–90 luce desproporcionada y desconectada de los problemas cotidianos sobre los que la gente espera soluciones. En cambio, su firmeza en seguridad sí conversa con el elector medio. El saludo de cumpleaños a Matthei y un cierre bien construido fueron aciertos en un elenco que ha carecido de un horizonte-país de largo plazo”.
Noticia publicada por Emol