Avances importantes, desafíos pendientes

Los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida 2024 P!ensa-Caja 18 reflejan un panorama de contrastes. Mientras las personas perciben mejoras en la estabilidad laboral, el bienestar individual y los servicios básicos para la vivienda, problemas estructurales como el equipamiento urbano y el transporte público no solo persisten, sino que se intensifican. A esto se suman señales inquietantes: la capacidad de ahorro sigue siendo limitada y, cada vez más personas reportan sentirse menos felices. Estos desafíos invitan a reflexionar sobre cómo consolidar y ampliar los avances individuales en un contexto que aún requiere soluciones colectivas.
El bienestar individual, que mide la satisfacción con la vida en general, así como la situación económica y la salud física y mental, muestra mejoras en casi todas las comunas, salvo en San Felipe y Concón. Un dato positivo es el aumento en la satisfacción con la situación económica, que creció del 36% en 2023 al 44% en 2024. Sin embargo, el porcentaje de personas que se siente “muy feliz” cayó de 43% a 28%, mientras que quienes no se sienten ni felices ni infelices aumentaron de 18% a 30% en dos años. Estas cifras no reflejan insatisfacción, pero sí revelan un riesgo: que el bienestar emocional siga su tendencia a disminuir si no se abordan las preocupaciones subyacentes tales como movilidad o seguridad.
En el ámbito laboral, los avances son, en principio, alentadores. Un 72% de los encuestados considera que su trabajo les brinda seguridad económica, y un 69% siente que sus ingresos están alineados con el mercado. Sin embargo, estos resultados se ven limitados por una realidad persistente: solo un 38% de las personas en la región dice tener capacidad de ahorro, y un 44% señala que, aunque el sueldo les alcanza, no pueden ahorrar. Aunque esta capacidad mejoró nueve puntos porcentuales respecto a 2023, sigue siendo insuficiente. Esto evidencia la necesidad de políticas que no solo generen empleos, sino que también impulsen el crecimiento económico y la estabilidad a largo plazo.
En los servicios básicos para la vivienda, los resultados son más alentadores tras los retrocesos de 2023. Este indicador, que mide el acceso a agua potable, alcantarillado, electricidad y recolección de basura, mostró mejoras en todas sus dimensiones. En comunas como Viña del Mar y Villa Alemana, los avances fueron especialmente significativos, logrando revertir caídas previas.
Por el contrario, los espacios públicos continúan siendo una deuda pendiente. Dimensiones como el equipamiento urbano y el transporte público registraron retrocesos importantes, con índices que cayeron a 166 y 177 puntos sobre mil, respectivamente. Este deterioro afecta la calidad de vida colectiva y limita el impacto de los avances individuales, al restringir el desarrollo de comunidades más integradas y funcionales.
El desafío no es solo mantener los avances, sino enfocarse en cerrar las brechas con los ámbitos que dificultan una calidad de vida equilibrada. Resolver los problemas de transporte, recuperar los espacios públicos y fortalecer servicios como la educación y la salud serán esenciales para que los avances individuales se conviertan en motores de un desarrollo sostenible que beneficie a toda la región.
Columna publicada en El Mercurio de Valparaíso