Mitos y realidades de las contribuciones

“Las contribuciones ciertamente han ocupado un lugar importante en la agenda política del último tiempo. Si bien considero que el tema trasciende a la esfera constitucional, su discusión ha levantado una serie de especulaciones sobre los potenciales impactos de modificarlas. Esto requiere de atención pues algunas cifras han sido sobreestimadas como, por ejemplo, el peso de las primeras viviendas y del Sector Oriente, que resultan ser menores a lo pensado.
Luego de analizar la base de datos de cobros y el detalle catastral del Servicio de Impuestos Internos (SII), destaco las siguientes conclusiones.
En primer lugar, el total recaudado por inmuebles con destino habitacional es cercano al 32,5%. Este punto es relevante si se consideran propuestas como la eliminación del gravamen a la primera vivienda, especialmente si consideramos que la tasa de arriendo es cercana a 30%. En concreto, pareciera ser que el impacto de este grupo en el Fondo Común Municipal (FCM) está sobredimensionado.
Otro punto corresponde al peso del Sector Oriente. Efectivamente, la recaudación total es cercana al 40% cuando se incluye a Santiago y Ñuñoa. No obstante, las comunas con mayor aporte son Santiago y Las Condes, lo cual principalmente se explica por su densidad. Contrario a lo anterior, el 60% restante corresponde a municipalidades clase media con baja densidad comercial y de oficinas, como lo son Macul, La Florida, Maipú y San Miguel. En este grupo, cerca del 50% de los predios pagan impuestos territoriales.
Finalmente, a pesar de que la tasa de impuesto fluctúa entre 0,893% y 1,042% del avalúo no exento, la realidad del pago de contribuciones varía a lo largo del país. Comparando lo pagado contra el precio de venta o tasación (informado en el formulario F2890), se aprecia una relación entre el 30% y 40% en comunas más afluentes, luego entre 10% y 30% en un grupo de zonas clase media y, finalmente, un tercer grupo entre 0% y 5% en comunas como La Pintana, La Granja y Cerro Navia.
En síntesis, estos puntos deberían ser considerados pues, hasta el momento, diversos grupos socioeconómicos han sido invisibilizados en el debate mientras que otros han sido sobreestimados en su relación con el FCM. Estos temas deberían guiarnos en una eventual discusión sobre si las contribuciones son un mecanismo efectivo o no”.
Columna publicada en La Segunda