Por qué es difícil que Kaiser alcance a Kast

Por qué es difícil que Kaiser alcance a Kast

A dos semanas de la elección y partiendo la veda de encuestas, Kaiser crece, incomoda y captura energía antisistema, pero enfrenta tres murallas: alto rechazo, lógica del voto útil y dudas de gobernabilidad. Kast, en cambio, combina posibilidades reales de triunfo, vasos comunicantes a ambos lados de la derecha, y una arquitectura parlamentaria más favorable.

1.- La carrera política de Kaiser. De activista digital ––un valor en tiempos de política en 140 caracteres–– pasó a la política institucional: apoyó a Kast en 2017 y se sumó a Republicanos en 2021.

  • Ese año fue electo diputado por el Distrito 10, con cerca de 27 mil votos.
  • Entre la primera y la segunda vuelta presidencial, fue pasado al Tribunal Supremo del partido por un video antiguo donde cuestionaba el voto femenino.
  • Ese verano sumó otras dos polémicas: puso en duda el plan nacional de vacunación y se disculpó por otro video en el que, en tono de broma, decía que había que premiar a quien violaba mujeres “feas”.
  • Renunció al partido, se mantuvo en su bancada y, en septiembre de 2022, reingresó a Republicanos.
  • En 2023, contra el partido, anuncia su voto “En contra” en el segundo proceso constitucional; fue sancionado y apartado de comisiones parlamentarias, lo que motivó su renuncia en enero de 2024. En febrero anunció su intención presidencial y en junio inscribió el Partido Nacional Libertario.
  • En agosto de 2025 oficializó su candidatura presidencial y su partido fue en pacto parlamentario con Republicanos y Socialcristianos.

2.- Su ideología. Se define “nacional-libertario”, pero muchos lo leen “más nacional que libertario”: conservador a la derecha de Kast o un paleolibertario.

  • Discurso soberanista y antiglobalista como principal pegamento identitario.
  • Con ciertas salidas proteccionistas, es liberal en economía y propone un agresivo ajuste fiscal de 15 mil millones de dólares.
  • Apela frecuentemente a Dios y ha conceptualizado la familia como la unión de un hombre y una mujer con hijos.
  • Liderazgo carismático y una narrativa antiinmigración (“el que no aporta, se deporta”) y “anticasta”.

3.- Sus seguidores. Cuando Republicanos opta por la vía institucional en el segundo proceso constitucional, Kaiser capitaliza al electorado “a la derecha de la derecha”.

  • Es un mundo idealista, confrontacional y poco orgánico a partidos.
  • También es energético, lo que dota a su campaña de un activismo diferenciador.
  • El quiebre con Kast es parcial: para la mayoría, Kaiser y Kast son “dos caras de una moneda parecida”.
  • La suma de Kast y Kaiser puede bordear el 40% en primera vuelta; con pacto parlamentario y guante blanco, la “nueva derecha” se vuelve un bloque gravitante.

4.- La foto actual. Las encuestas serias ponen a Jara primera y asegurada al balotaje; Kast segundo, levemente a la baja, 6-7 puntos sobre Kaiser (levemente al alza) y Matthei (levemente a la baja); Parisi un par de puntos abajo y el resto como candidatos testimoniales.

  • Las encuestas de esta semana, anteriores a la veda, muestran que el ritmo de crecimiento de Kaiser a costa de Kast es insuficiente para alcanzarlo.
  • La Cosa Nostra se desacopla del resto, poniendo a Kaiser y Matthei segundos, seguidos por Kast, todos en un empate técnico. Son datos poco confiables, dado que LCN es un proyecto anterior a la encuesta, liderado por Mayol y Quiroga, actual jefe estratégico de Jara. Coincidentemente plantea un escenario ideal para ella: oposición dividida en tercios y eventual balotaje contra el único al que le puede ganar. Cuando la encuesta pasa a ser narrativa, el dato deja de ser dato.

5.- Voto útil. Con voto obligatorio baja la racionalidad estratégica, pero no desaparece. En finales apretadas pesa.

  • Kaiser tiene techo bajo: 67% “nunca votaría por él” (CEP). Matthei y Kast le ganan holgadamente a Jara en segunda vuelta; Kaiser apenas por estrecho margen: riesgoso para electores aversos a perder.
  • La radicalización del discurso de Kaiser en los últimos días exacerba esto: útil para quitarle a Kast pero inútil para lograr mayoría.
  • Dado que el trasvasije de Kast a Kaiser ha sido un votante ideológico e informado (Panel Ciudadano), este podría revertirse por el riesgo de perder la segunda vuelta.
  • Kast sigue liderando, con distancia, la expectativa de triunfo presidencial. Polymarket le asigna 62% de probabilidad  y le da 16% a Kaiser, 13% a Jara y 10% a Matthei. Muchos se “suben al caballo ganador” en el final.

6.- La gobernabilidad. Si bien la derecha ha exhibido grados de confrontación exagerados, sus tres candidaturas muestran la vitalidad del sector y logran abarcar el amplio espectro del rechazo, lo que es relevante pues ese plebiscito, y ya no el del 88, parece estar siendo el principal clivaje.

  • Las simulaciones muestran un eventual éxito de la estrategia de dos listas parlamentarias y una mayoría de la actual oposición en ambas cámaras, rozando los 4/7 necesarios para reformas constitucionales.
  • Si bien Matthei parece tener dificultades estructurales para pasar a segunda vuelta ––poca transversalidad en su voto y un centro que rinde poco electoralmente–– aún si no gana habrá cumplido un rol muy relevante para ampliar la base del sector y estará llamada a un papel protagónico para asegurar gobernabilidad.
  • Kast se ha convertido en el centro de la oposición: además de ser el favorito, a diferencia del resto, tiene vasos comunicantes tanto con Matthei y Chile Vamos (de donde viene) como con Kaiser y Nacional Libertarios (actuales aliados parlamentarios). No solo se gobierna con votos, se gobierna con puentes.

Kaiser corre con impulso, pero choca contra la pared: alto rechazo, estrecha viabilidad en segunda vuelta y debilidades estructurales para construir una coalición. Kast, en cambio, combina probabilidad de triunfo, articulación parlamentaria y mejores condiciones para formar una coalición amplia. Así como en 2021 no eran tiempos para Kast, todo indica que 2025 no lo es para Kaiser.


Columna publicada en Ex-Ante