Reactivación

Reactivación

Señor Director:

Hace dos años, el Ministerio de Educación anunció con gran despliegue mediático una inversión de $250 mil millones para enfrentar el rezago en la educación primaria y secundaria producto de la pandemia, en el marco de su Plan de Reactivación Educativa.

Si bien algunos indicadores han mostrado avances, cabe preguntarse: ¿son estos logros resultado de las políticas gubernamentales o del compromiso y esfuerzo de los actores educativos, como profesores y asistentes de la educación?

El plan, desde su inicio, fue duramente criticado por su tardía implementación, la falta de metas e indicadores claros, y la escasa transparencia en la incorporación de esta partida en la Ley de Presupuestos.

Al parecer, los expertos tenían razón. Un reciente informe de la Contraloría sobre este plan revela que menos del 10% de los fondos destinados han sido efectivamente ejecutados. Esta alarmante cifra evidencia, una vez más, el abandono sistemático hacia nuestros estudiantes.

Frente a los insuficientes aportes en recursos y apoyo estructural, todo parece indicar que han sido los profesionales de la educación, y no las entidades gubernamentales, quienes han sostenido y apoyado el futuro del país.

Lamentablemente, esta subejecución no solo representa un grave problema para las finanzas públicas, sino que también agrava los problemas de convivencia y ausentismo que se han intensificado desde la pandemia y a los cuales el Estado no ha logrado responder de manera efectiva.

 


Carta publicada en La Segunda