Recursos para viviendas
Señor Director:
La crisis financiera del Minvu sugiere que el país llego al límite de su capacidad para subsidiar vi-viendas. En esta administración, el gasto en subsidios aumentó a mayor tasa que el presupuesto, lo que sumado a la compra de suelo, elevó los compromisos futuros de la cartera. Esta “bicicleta fi-nanciera” obligará al próximo gobierno a enfrentar restricciones presupuestanas.
El problema no es nuevo, pues desde hace más de una década el Estado financia entre 200 y 220 mil viviendas por gobierno. Por eso, cuando algunos candidatos prometen construir 400 o 500 mil, lo importante no es el número, sino el cómo. Ya vimos que la meta de 260 mil viviendas solo se alcanzará parcialmente por un aumento insostenible de gasto y por incluir subsidios complementarios como el de arriendo y el crédito Fogaes, no previstos originalmente.
Necesitamos recordar que la etapa en que el déficit habitacional disminuyó no fue solo por la entrega de subsidios, sino también por mayor cre-cimiento, acceso a créditos e incentivos -como el antiguo CEEC- que hoy ya no existen.
Carta publicada en La Tercera