Resiliencia y Confianza
Hoy en día, se ha vuelto casi un lugar común afirmar que Chile atraviesa una crisis de confianza en sus instituciones. Sin embargo, es crucial comprender que no todas operan de la misma manera y que cada una tiene su propia dinámica. Algunas pueden funcionar adecuadamente incluso con bajos niveles de confianza, mientras que otras requieren un estándar mucho mayor. A veces, más importante que el nivel de confianza es la capacidad de las organizaciones para sortear momentos adversos y afrontar los desafíos que se les presentan.
La última Encuesta de Opinión Política de la Fundación P!ensa ofrece una valiosa radiografía de estos cambios en la Región de Valparaíso a casi cinco años del “estallido social”, y pone de relieve algunos de los retos que actualmente enfrentamos.
Lo primero a destacar es que Bomberos de Chile, nuevamente, ocupa el primer lugar con un 91% de los residentes que la consideran una institución altamente confiable. Estos resultados no solo destacan a esta organización, sino también a otras que, a pesar de enfrentar diversas crisis, se han mantenido como las instituciones mejor valoradas por la ciudadanía.
En segundo lugar, Carabineros de Chile ha alcanzado su nivel más alto de confianza, con un 63% de valoración positiva. Históricamente, la confianza en Carabineros ha oscilado entre 40% al 50%. No obstante, durante el estallido social, la institución experimentó una caída de puntos, alcanzando un mínimo histórico de 30% de confianza. Para 2022, los números volvieron a su cauce normal, y en los últimos años se ha observado una constante estabilización de su confianza. Carabineros es la segunda institución más confiable, algo que llama la atención luego de que en años anteriores no estaba entre las instituciones mejor valoradas, con un respaldo inferior al 35% y permitía que los discursos políticos en su contra encontraran tierra fértil y lograran un relativo éxito electoral.
Una tercera noticia es que los datos confirman la continuidad del daño reputacional que el “Caso Convenios” infligió en las fundaciones y ONG. Hace dos años, ocupaban el podio de organizaciones mejor valoradas con un 42% de confianza, mientras que ahora ese respaldo ha bajado notablemente a un 27%. Y los responsables, en su gran mayoría, son de la región.
En definitiva, los resultados de este tipo de encuestas nos permiten comprender no solo el nivel de resiliencia de algunas instituciones que se han sobrepuesto a episodios que afectaron gravemente su reputación y que, por aprovechamiento de algunos, casi llevan a su refundición en el contexto de incertidumbre generalizado. Pero también iluminan el oscuro panorama que enfrentan otras organizaciones que ese esfuerzo en brindar un servicio a la comunidad por el cual eran valoradas, se ha puesto en cuestión. Es el momento de asumir con humildad las responsabilidades institucionales y redoblar los esfuerzos para revertir el daño causado.
Columna publicada en El Mercurio de Valparaíso