Como director ejecutivo de la Fundación Piensa, Juan Pablo Rodríguez analiza los resultados de la más reciente encuesta de opinión política de la región, revelando una “señal de alerta importante” para la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, quien figura como la peor evaluada de la medición. En contraste, destaca el “muy buen debut” de su par en Valparaíso, Camila Nieto.
– Un dato que llama la atención es el 52% de evaluación negativa hacia la alcaldesa Macarena Ripamonti en Viña, que hace menos de un año fue reelecta por casi 10 puntos de diferencia respecto a su rival. ¿Cómo se explica?
– Ese dato es una señal de alerta importante. La alcaldesa Ripamonti es la peor evaluada de los diez alcaldes que medimos. Si uno mira hacia atrás, ve un quiebre importante en su valoración luego del incendio, con un aumento de la mala evaluación y una caída de la buena. Si bien este año se repone levemente, parece explicarse más por el clima general de optimismo que mejora a todas las autoridades que por una recuperación propia.
– Haciendo una cronología de esta encuesta desde que Ripamonti asumió en 2021, ¿cómo se puede caracterizar su evaluación?
Ripamonti nunca ha tenido una evaluación especialmente buena como sí la tuvieron Jorge Sharp en sus inicios o Virginia Reginato. De hecho, en 2015, la exalcaldesa, que estaba terminando su tercer período, tenía un impresionante 58% de notas 6 y 7 y sólo un 17% de notas 1 a 4. Es decir, la situación inversa a la actual. Lo que nos dice que Ripamonti no es el fenómeno que fue Virginia Reginato. Pero la Cadem la ubica entre los alcaldes mejor evaluados a nivel nacional. ¿No hay una contradicción? Es que a Ripamonti le va mejor en Santiago que en Viña, porque quienes no viven en la ciudad no juzgan su gestión municipal, sino su relato. Desde la distancia pesan más sus atributos personales, como su juventud, estilo comunicacional, carisma, capital simbólica, antes que la experiencia cotidiana de los viñamarinos con la administración local. Por ejemplo, esta encuesta muestra que es de los pocos municipios que no mejora en el combate al comercio irregular y en todas las dimensiones está peor que el promedio de la región. Esto no es necesariamente contradictorio con su buen resultado electoral. Las elecciones se definen por muchos más factores que la gestión, y lo que medimos en Piensa es precisamente eso: la gestión.
– ¿Y qué dicen los números sobre el primer año Camila Nieto en Valparaíso?
– Camila Nieto tiene un muy buen debut: un 32,3% de evaluación positiva y sólo un 24,5% de negativa, lo que la ubica entre los alcaldes mejor evaluados de la región y con un saldo neto favorable. Jorge Sharp, en su último año, registró un 14% de buena evaluación y 55% de mala. Es cierto que siempre existe una luna de miel, pero los datos sugieren que no se trata sólo de optimismo pasajero. Al mirar la evaluación de la gestión municipal se observan avances concretos respecto de su antecesor: mejora en comercio ambulante, recolección de basura, áreas verdes y espacios públicos.
– ¿Podría crecer en los próximos años?
Nieto tiene una gran oportunidad, que es distinguirse de la gestión Sharp y aprovechar los brotes verdes, como Destino Valparaíso o el mayor control de las calles, para liderar un cambio de ánimo en la ciudad. Si mantiene el rumbo e incorpora a los privados, podría encabezar el ciclo de recuperación de Valparaíso.
ALERTA POR DELEGADO
– Respecto al gobernador Mundaca, ¿por qué se acentúa su desaprobación en el Gran Valparaíso?
Mira, luego de un primer año de gestión en que su evaluación positiva se acercaba al 50%, el gobernador se ha estabilizado en torno al 30%, manteniendo una base sólida que explica parte de su rendimiento electoral. Como el gobierno, tiene un piso difícil de erosionar, pero también un techo difícil de romper. Su aprobación difiere mucho entre territorios: en la “región cordillera” ronda el 40%, mientras que en la “región costa” apenas llega al 20%. Ahí influyen dos factores. Uno es su origen, más vinculado al mundo rural, sumado al hecho de que las áreas metropolitanas son más críticas y exigentes.
– ¿Por qué los números tan negativos en Viña del Mar?
Creo que expresan un malestar del viñamarino con el estado de la ciudad y su acelerado deterioro, el que ha significado, entre otras cosas, la migración de su clase media-alta hacia Concón. El gobernador está pagando los platos rotos del mal estado de Viña del Mar.
– ¿Qué puede decir del bajísimo nivel de conocimiento del delegado presidencial, Yanino Riquelme?
No es sorprendente. La serie histórica de esta encuesta muestra que el delegado presidencial es, sistemáticamente, una figura poco conocida. La principal razón es evidente, que es una autoridad designada, a diferencia de los cargos electos, que pasan por campañas y exposición pública.
– ¿Es una figura intrascendente para la ciudadanía?
La ciudadanía no lo conoce ni sabe qué hace, pero el delegado presidencial es una figura clave. En un Estado unitario como el nuestro, su existencia se justifica sobre todo por su rol en materia de orden público. Pero su nivel de desconocimiento es una señal de alerta. Revelan la urgencia de avanzar hacia una descentralización más profunda y hacia una mayor rendición de cuentas a nivel local. Al final del día, nadie puede evaluar lo que no conoce.
Entrevista publicada en El Mercurio de Valparaíso